Salud y Finanzas van mano a mano
Salud y Finanzas van mano a mano
Cómo todos sabemos el dinero es sólo parte de la ecuación, necesitamos otros factores que contribuyen a la felicidad, una vida placentera y lejos de los problemas que podemos controlar. Uno de estos factores es la salud. Actualmente podemos ver cómo los costos de salud se siguen disparando alrededor de todo el mundo sin necesariamente aumentar nuestra calidad de vida o nuestra longevidad de vida.
Vemos que cada día más , existen mucho más de las enfermedades crónicas que son totalmente manejables o prevenibles y vienen por parte de la sobre consumición y el sedentarismo.
Enfermedades cardiovasculares, diabetes y hasta ciertos cánceres son los factores más comunes de muerte en nuestra actual sociedad y tiene un vínculo cercano con la falta de actividad física y la buena nutrición. Es por eso si quieres disfrutar una buena vida, tienes que también prestar atención a ese cuerpo que tenemos, ya que tan sólo tenemos uno.
Por otra parte, las finanzas van directamente atadas a nuestra salud, ya que a medida que tenemos más complicaciones de salud, mayor va a ser nuestro gasto tanto como en nuestros planes de salud, diferentes seguros de vida e incapacidad y gastos relacionados a problemas de salud.
Cada plan médico puede determinar una prima más alta dependiendo de cuantas condiciones o medicamentos estés tomando. Y así puedes también pagar más en tu deducible por medicamentos, imagenes y tratamientos si tienes más condiciones médicas.
De las misma forma, cada día que faltas al trabajo por cualquier condición de salud es un día menos que no estás produciendo dinero o acercando más a lo que es la independencia financiera.
La buena salud es el ancla más integral al momento de planificar nuestras vidas, ya que puede alterar drásticamente la dirección en que nuestras finanzas puedan ir dirigidas por un percance de salud.
Es por eso que hay que prestar atención a nuestro cuerpo y esto incluye las tres cosas más importantes:
Dieta
Sueno
Actividad Física
Ya existen demasiados estudios como para mencionar sobre los beneficios de cada uno de estos 3 pilares, pero por qué no seguimos estos consejos? No tenemos tiempo? No tenemos motivación? Estamos muy ocupados? Tengo hijos que no me permiten el tiempo?
Existen muchas razones por qué no hacer algo, pero es importante hacer esto prioridad. El primer paso es dar el primer paso.
Poco a poco, paso a paso puedes ir modificando tu pensar y estilo de vida por uno más saludable.
Aquí vamos a ilustrar lo que funcionó para nosotros en términos de modificar nuestras rutinas de estilo de vida.
Dieta
Al principio no había mucha educación de lo que comíamos y por qué lo comíamos, y mucho menos importaba el costo.
La comida rápida (gracias Mcdonalds y Burger King) era la orden del día porque parecía más accesible y más “barato”, pero pronto nos dimos cuenta que no era así.
Un combo de comida rápida puede estar entre los $5-8 mientras que la comida preparada en casa puede rondar entre los $1-3. Esto sin contar la cantidad de grasa, sal y preservativos innecesarios que estábamos consumiendo y que se atribuyen a la mayoría de las complicaciones de salud.
Y sin pensar el tiempo perdido que uno espera en fila o el servi carro esperando por 30-45 minutos mientras esperas que te atiendan.
Ahora >90% (o 19 comidas a la semana) son hechas en casa con un costo mensual de $200-$300 para dos personas, ricas en frutas, vegetales, lo menos carne posible.
Definitivamente puedo notar la diferencia en las energías, claridad al momento de pensar y las energías constantes que tengo durante el día son la necesidad de agarrar un café o red bull para mantenerme despierto.
Sueno
Otro de los factores menos hablados pero más importante. La buena calidad de sueño va atada a tod desde disminución de dolor, acelerar el metabolismo y aumentar la capacidad de retención.
Mucha gente comienza a acortar sus horas de sueños para tratar de priorizar otras cosas como salidas, películas o estar en Facebook, pero no nos damos cuentas de los problemas a largo plazo que estamos creando.
Siempre dormimos mucho, pero nunca dormíamos un sueño regular, me acostaba a la hora que fuera y mis horas de sueño podrían fluctúa de 4-8 horas.
Podía notar que en las semanas que dormía poco, no podía pensar tan claro o peor aún sentía la necesidad de dormir más en los fines de semana (menos disfrute) o tomar más café o bebidas energizantes para mantenerme despierto.
Ahora pudimos regular las horas de sueño a 7-8 horas consistentemente, quitamos los televisores
Actividad Física
No hay nada que decir…aquí lo decimos todo